Mi perfil en el entorno del vuelo virtual
es sencillo de explicar.
Todo empezó cuando a principio de los 80
comencé a toquetear y tratar de entender un antiguo ordenador de 1Kb de memoria
en el que había instalado un simulador de avión, si de 1kb, no me he
equivocado.
Para los jóvenes sonará a ridículo, pero
por aquel entonces no existía informática alguna y era el principio del
principio. Nosotros, los cuarentones de hoy, y veinteañeros de entonces, no
habíamos tenido la oportunidad de tocar un ordenador antes, simplemente porque
no existía.
Por supuesto, nada tiene que ver con lo
que tenemos hoy. La tecnología fue avanzando, los simuladores adaptándose a
ella, al igual que sus gráficos cada vez más reales y así que hasta que en la
segunda mitad de los 90 aparecieron las primeras redes virtuales, redes en las
que compartir una afición, y concretamente en el vuelo virtual, unas redes que
te permitían volar en un simulador junto a otros pilotos y controladores.
Desde entonces, primeros años de la década
de los 80, han pasado ya 30 años, un periodo largo en el que día a día he ido
aprendiendo y sigo aprendiendo cada vez más. Lo que al principio era un
ordenador con una pantalla y un joystick para manejar aquel "entonces
juego, hoy simulador", se ha convertido hoy en 3 ordenadores conectados en
red manejando 8 pantallas simultáneamente, pedales, cuernos, mando de gases,
MCP, EFIS, panel de interruptores y panel de radios...
La aviación virtual me llevó a ingresar en
compañías aéreas virtuales donde tuve la oportunidad de comenzar también con la
enseñanza. ¿Por qué no trasmitir a los demás lo que yo he aprendido?
Hoy estoy a cargo de las escuelas de vuelo
de AirBilbao Virtual como anteriormente lo hice en otra compañía, pero con el
paso del tiempo he ido madurando y aprendiendo a enseñar lo que sé optimizando
los recursos y mejorando la comunicación.
Desde mi punto de vista, la principal
satisfacción se produce cuando ves volar a todos esos pilotos virtuales que has
formado, pilotos que saben perfectamente lo que están haciendo, y que cuando
entraron en la compañía, por mucho que creyesen que sabían, no tenían ni idea
(igual que me pasó a mi), pero todavía me crezco más cuando coincido volando
con ellos, compartiendo briefings, vuelos y debriefings de tú a tú.
Mirando un poco más allá, y saliéndome del
avión, me introduje también en el fascinante mundo del control aéreo.
Buff, qué puedo decir. Hay que conocerlo
para poder entenderlo y hablar de ello. Tan emocionante como volar un avión o
más.
Tener a varios tráficos en el aire que
dependen mucho de lo que tú hagas como ATC, "no tiene precio".
De aquellas torres o dependencias
pequeñitas en las que practicar y hacer horas, fuí pasando a otras mayores
hasta llegar a Barajas donde como podéis imaginar hay que aprenderse el
aeropuerto, y después llega el control de aproximación del TMA de Madrid en el
que se cubre Barajas, Cuatro Vientos, Getafe y Torréjón.
Pues más de lo mismo, no tiene precio.
¿Es qué aquí nunca se para de aprender?
La respuesta es NO. Nunca se para de
aprender.
En el mundo virtual nos encontramos a
pilotos que vuelan muchos aviones.
Volar muchos aviones bien es imposible.
Cada avión tiene sus sistemas, sus performances, etc. No hay dos iguales, así
que si quieres hacerlo bien, hay que especializarse en uno o máximo dos.
No os podéis imaginar cómo se olvida todo
lo relacionado con un avión cuando se deja de volar una temporada.
Te pones a volar otro avión y es como si
tu cabeza hiciese un "reset" y ya no te acordases de tu avión
anterior. Es muy curioso.
He volado varios aviones, pero siempre
especializándome y haciéndoles muchas muchas horas para aprenderlos en detalle.
Tras pasar por turbohélices como la BE58 o
la B350 después de la C182, salté a reactores volando el CRJ200, el BAE146, el
DC93, B738, MD11 y hoy desde hace ya más de 2 años, vuelo en exclusiva el MD82
que comparto para vuelos muy cortos con el SF34 (Saab 340).
En el MD82 no se para de aprender.
Probablemente sea el avión mejor simulado, un avión que además te permite volar
en MCC haciendo CRM. Compartir la cabina, ver como el otro piloto desde su casa
vuela contigo, ver como los interruptores se mueven sin que los toques tú, como
los dos que están compartiendo la cabina, ven lo mismo, etc, etc, es algo que
te hace sumergirte de verdad dentro de una realidad virtual.
Si 2 años con el MD82, o quizás más, pero
no veáis todavía lo que me queda por aprender en este avión después de más de
500 horas con él.
Si alguien necesita contactar conmigo para
lo que sea, puede hacerlo enviando un correo a david.madrono [arroba]
airbilbaovirtual.com
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