Internet me ayudó a encontrar los restos de aquella VA para la que volaba, pero con su nuevo nombre, así que me uní a ella y comencé a realizar los cursos que allí se impartían.
Volar sin cursos en IVAO era sencillo, pero al mismo tiempo aburrido al no saber nunca lo que hacías bien o mal, y el objetivo era comprender, aprender, saber más, ejecutar correctamente los procedimientos y en definitiva VOLAR BIEN.
Cursos en uno y otro entorno, diferentes requisitos, títulos, métodos y formas de avanzar, pero todos ellos con un denominador común, los procedimientos y la simulación de la realidad.
Cursos en uno y otro entorno, diferentes requisitos, títulos, métodos y formas de avanzar, pero todos ellos con un denominador común, los procedimientos y la simulación de la realidad.
Entré en esa VA en una época buena, una época en la que todo el mundo se ayudaba, una época en la que el dueño de la VA solamente pensaba en tener lo mejor de la red, y una época en la que pude realizar todos los cursos y exámenes de piloto virtual disponibles enlazando unos con otros.
En resumen, 4 cursos de piloto virtual en la VA (VFR, IFR, ATPL y una Calificación de Tipo) con sus diferentes (sub-cursos), mas el curso de Controlador de Torre en el tiempo récord de un año aproximadamente, y al mismo tiempo otros 3 cursos con sus respectivos exámenes en IVAO (Private Pilot, Senior Private Pilot y Commercial Pilot).
¿Cómo no iba a estar contento?.
Pues claro que lo estaba, así que decidí que yo tenía que devolver a aquella VA al menos lo mismo que ellos habían invertido en mi formación, por lo que rápidamente entré a formar parte del grupo de instructores de vuelo de la VA, para posteriormente hacerme cargo de la coordinación de las escuelas, la dirección de las mismas y poco a poco meterme también en la dirección de la VA con la intención de conseguir que las cosas funcionasen mejor y mejor cada día.
Pero como en todas partes cuando se está en posiciones directivas, uno comienza a darse cuenta de las cosas buenas y también de las malas, así que las va poniendo en una balanza, las buenas a un lado y las malas a otro, y por supuesto sin olvidar que esto es un hobbie.
Finalmente el plato de las cosas malas comienza a pesar más, y la solución no es fácil. O se mueve el centro de gravedad para que se igualen los platos, o se busca un camino diferente con el que conseguir continuar divirtiéndose.
La decisión final no fue fácil. 853 horas de vuelo, 284 horas de control, grandes amigos con los que espero continuar compartiendo charlas, comidas y vuelos, pero como puntos en contra de mi continuidad, un dueño de la VA con el que no comparto absolutamente nada, con el que no estoy de acuerdo en su forma de actuar y al que no le voy a dedicar ni un segundo de mi tiempo mientras siga pensando en colaboradores que abonan una cuota anual y no en personas con un nombre detrás de un indicativo, y para rematar la mala gestión, un amigo del dueño de la compañía que por ser piloto real cree saber todo y estar por encima de los demás pero con la gran dificultad de no saber diferenciar la realidad de la virtualidad.
El tiempo ha pasado. Todo tiene un inicio y un final, y no soy el único que deja de volar para esa VA; otros lo hicieron antes que yo, y concretamente una de ellas, instructor de mi grupo decidió montar su propia VA.
¿Qué mejor que apostar por un nuevo proyecto lleno de ganas, ilusiones, etc.?
¿Qué mejor que cuando vuelas hacer publicidad de una VA por la que apuestas y no de una por la que ya no sientes nada? (aclaro que los miembros de la compañía, nada tienen que ver con la dirección de la misma. Son todos geniales).
Pues si, la decisión estaba tomada, y al igual que en la vida real, uno se cambia de compañía cuando el momento lo requiere, cuando el nuevo proyecto te atrae más, y cuando el nivel salarial es mejor, así que contacté con la otra compañía (AirBilbao) y no tardé mucho en decidir lo que quería hacer.
¡¡ Quería volar con ellos !!
Con mi partida, además de grandes amigos, me llevo también el detalle las horas que he dedicado a los diferentes aviones que he volado y a los que continuaré sumando horas de vuelo.
¡¡ Quería volar con ellos !!
Con mi partida, además de grandes amigos, me llevo también el detalle las horas que he dedicado a los diferentes aviones que he volado y a los que continuaré sumando horas de vuelo.
Hola, David. Me alegro de que sigas en la brecha con tus ilusiones, tu afición y... con tus relatos.
ResponderEliminarMucha suerte y felices vuelos.
Nos vemos por los cielos (por los virtuales, eh ;-)
Un abrazo,
Simón.